VICTORIA HURTADO, ABOGADA

"YO LE LEO A DIARIO A MIS HIJOS"



Autora de dos bellos libros en verso y además, en edición bilingüe: “El Pingüino Adivino” y “El Zancudo Vegetariano”. En ambos la abogada, actual Directora del ForoInnovación, aborda el tema de la identidad y la diversidad, de la no discriminación y de lo importante que es valorar las diferencias. Son temas claves en un país cuya mayor desigualdad está en la educación que reciben los niños.



Su infancia, cuenta Hurtado, estuvo rodeada de historias. “En mi familia los libros eran importantes, mi mamá era bibliotecaria y mi papá profesor de la Universidad de Chile y tuve mucho acceso a libros”, recuerda. Viviendo en Estados Unidos conoció maravillosas librerías como “El curioso George”, de Boston y volvió a conectarse con la fantasía de la infancia y pensó en la pobreza de la oferta de libros en Chile. “Veía lo relevante que era la literatura infantil en otros países y sentí que podía haber un espacio para hacer libros que enseñaran virtudes para ser mejores ciudadanos. Fue así como se alinearon los astros y salieron estos textos como hace cinco años”, dijo en una entrevista en El Mercurio.

Hurtado es magister en políticas públicas en Harvard y tiene tres hijos: un niño de cinco, una niña de dos y el tercero que nacerá en dos semanas más. Todos los días les lee al menos una hora. Puede que a veces los niños no entiendan todo, pero para ella es importante que se acostumbren al sonido de las palabras, al ritmo de la lectura y a preguntar las palabras que no entienden. El lenguaje no solo es transferencia de significado, es también melodía. Y las palabras pueden entrar en los pequeños y fijarse en su memoria como lo hace la melodía de una canción, aún antes de que puedan entenderla. Hurtado piensa que eso les hará más fácil el manejo de muchos aprendizajes posteriores. Y sirve también para acercarse al inglés u otras lenguas sin que sea luego un golpe, un encuentro con lo desconocido. Es por eso que sus dos libros son bilingües: están escritos en castellano e inglés.

¿Cómo incentivas la lectura en tu casa?

-Yo les leo a diario a mis niños. Por lo menos destino una hora al día a la lectura, es nuestro momento de placer. La de dos es fanática de los libros de los gnomos, que no tienen nada que ver con los míos y me persigue todo el día para que le lea cuentos. Y al de cinco le interesan muchas cosas, por ejemplo ahora estamos muy entusiasmados con un libro muy lindo sobre la evolución y la idea de que hay un origen distinto, que las cosas cambian. También nos hemos metido con los dinosaurios y con personajes como Ghandi o Nelson Mandela. Para buscar libros me fijo en los rankings, y encargo libros por Amazon, o pido libros infantiles de otras culturas, tengo japoneses, finlandeses, arabes, etc. La otra cosa que hacemos es que mezclamos la lectura con mucho cuento oral.

¿Cómo es eso?
-Es muy simple. Son historias que vamos inventando entre todos, con la luz apagada después del cuento escrito. A veces profundizamos en una escena ya leída y la llevamos con la imaginación a otros parajes, la idea es ir apagando la luz y haciendo la atmósfera para dormir aprovechando de crear. La hora del cuento oral es un gran momento del día.

¿Te has inspirado en algún método? ¿Hay algo que los padres puedan leer para sacar ideas como esa del cuento oral?
-Me parece que lo principal es que los padres tienen que aprovechar lo maravilloso de volver a ser niños cuando tienes hijos. Es como volver a aprender las cosas. Si tu hijo está pegado con algún tema, es muy estimulante enganchar con ese tema y explorarlo juntos. Ponerse a esa altura, sorprenderse y disfrutar. No pensar en la lectura como un tema académico sino buscar que los niños amen la lectura por lo
entretenida que es. Y hacer que se transforme en un gran panorama el leer en las noches, o el contarse cuentos con la luz apagada. Ahora, sobre libros inspiradores, bueno, cuando me embaracé la primera vez me leí uno que me gustó mucho y que era la historia de todas las doctrinas educacionales en el último siglo. Y era muy interesante porque mostraba que los métodos que se usaban en una época luego se declaraban obsoletos y tiempo después se volvían a retomar. Y lo que concluí -y que aplico en mi experiencia personal-, es que las decisiones de la crianza tienen que pasar por el corazón: si te dan ganas de tomar a la guagua porque está llorando, fantástico. Y si te parece que tienes que dejarla llorar porque quieres que tenga un
horario, fantástico también. Todo está bien en la medida en que te nazca hacerlo. Lo que está claro es que “el niño te da cuando tú le das”: esa frase ha sido mi mantra.

¿Qué autor infantil te ha inspirado?

- Dr Seuss. Es sorprendente. (Seuss es autor de El gato en el sombrero, el Grinch, Horton escucha a quién. Varios de sus libros han sido llevados al cine) Él hizo de la experiencia de la lectura algo muy impresionante. Muchos niños norteamericanos se saben de memoria sus textos que están en versos. Por eso también yo hice mis libros en versos. Pienso que la memoria es una gran forma de aprendizaje.

¿Por qué?

La rima hace que los niños antes de leer e incluso de hablar, escuchen las palabras, las aprendan y las vayan relacionando con el mundo que está afuera del libro. Muchos creen que como los niños aprenden a leer a los 5 años, antes no hay que exponerlos a los libros porque no entienden. Eso es un error. Hay que leerles desde más chicos aún, desde antes que entiendan o incluso hablen, porque si tú has oído palabras, una vez que empiezas a leer, vas a recordar esas palabras y te va a ser mucho más fácil el aprendizaje.



“Chile debiera apretar los dientes y hacer la reforma educacional como alguna vez hicimos otras reformas polémicas y difíciles, como la reforma agraria.”



¿Por qué los hiciste bilingües tus libros?

-Tiene que ver con lo que pienso sobre la lectura. Los mejores años para que las personas asuman un idioma es cuando son preescolares. Y me parece que una forma positiva de introducir el inglés es hacerlo como algo natural, no como una cosa traumática. En mi casa, por ejemplo, no vemos televisión, sino que vemos películas. Y las películas muchas veces se las pongo en inglés y los niños no chistan porque están acostumbrados. Yo no pretendo que entiendan, solo quiero que lo oigan, porque el elemento auditivo es muy importante en una primera etapa para aprender idiomas, luego vendrá la comprensión, por ahora me conformo con que oigan otros idiomas de
manera natural.

¿Qué te parece que el gobierno quiera medir el inglés en los colegios públicos? Me imagino que va a ser desastroso el resultado.

-Lo que no se mide no existe y está bueno que se ponga el tema en debate y que nos demos cuenta de lo mal que hablamos otras lenguas.

Conversando con padres que le dedican tiempo a la educación de sus hijos, muchos me han dicho que también sienten cierta angustia por todos los niños de los que nadie se preocupa.¿Qué es lo peor de la educación chilena?
-Lo que me irrita más es que en nuestro modelo haya una correlación entre la distribución social y la distribución de la educación. Efectivamente mis hijos son privilegiados pues esta obsesión sobre libros y la lectura no la puede tener mucha gente, porque tienen que parar la olla y no hay plata para el Transantiago ni para llegar a fin de mes, esa es una realidad nacional. Hay muchos lugares en donde la
lectura no es un tema, porque no da el presupuesto para los libros ni hay buenas bibliotecas de barrio y hasta ahí llegó el incentivo para fomentar la lectura en las casas en la mayoría de los hogares chilenos.

La desigualdad…
-Bueno, la buena educación más una sociedad que no discrimine y que acepte las diferencias como una ventaja son la manera de terminar con la desigualdad. Por supuesto es un problema multivariable y muy técnico y son muchos los factores (educación de los padres, en especial de la madre, alimentación, etc.) y actores que tienen que participar correctamente para que esto funcione: el profesor, las
familias y también los niños. Como decía Obama, “ustedes estudien, nosotros vamos a hacer un esfuerzo, pero ustedes tiene que estudiar”. Es un asunto de la sociedad entera. Me parece que tenemos que hacer una revolución en torno a la educación y que por alguna razón no hay una voluntad transversal para hacerla.

Sí, sólo se mide el desastre. Da la impresión de que medición tras medición todo lo que ocurre es que se asume el problema educativo como algo que está ahí, que no se puede cambiar. Como la cordillera.
-Claro y es que se trata de un asunto muy complejo. Y creo que la magnitud del desafío se expresa haciendo un paralelo con la reforma agraria. Esa reforma fue un proceso muy complejo y podemos discutir largamente si fue buena o mala y cómo se llevó a cabo. De hecho aún genera conflictos. Pero se hizo. Y pienso que hay que hacer una reforma a la educación que, aunque saque ronchas, se haga. La reforma agraria deja viva la metáfora que se pueden hacer reformas complejas en Chile y por la educación bien vale la pena hacerlo.

Es interesante esa comparación porque la reforma agraria lo que hizo fue quitarles las tierras a los latifundistas para repartirlas entre los campesinos sin tierra. En un país donde la educación de calidad se consigue con dinero, lo que habría que hacer es redistribuir esa educación.
-No me refiero a eso. Creo que la “redistribución” de la educación chilena no es un buen concepto en el sentido de que la educación en Chile es mala en todos sus niveles. No ganamos nada redistribuyendo y bajando el ya débil nivel de la educación supuestamente “buena” de los colegios particulares para reenviarlo a la educación ciertamente mala de muchas otras experiencias educacionales. Lo que hay que hacer es mejorarla a todo nivel; agrandar la torta no redistribuirla. A lo que me refiero con esa imagen de la reforma agraria es al coraje, a que Chile debiera apretar los dientes y hacer la reforma educacional como alguna vez hicimos otras reformas polémicas y difíciles como la reforma agraria. La educación de nuestros hijos bien vale la pena sangre, sudor y lágrimas. Y me parece que en educación hay una ventaja: en esta reforma no debería sentirse perjudicado sólo un sector de la población, como el mundo conservador en el caso de la reforma agraria. En esta reforma TODOS debieramos sentirnos aludidos y todos debieramos por lo tanto impulsarla, sobretodo los padres de hijos en edad escolar que son quienes más interés debieran tener en
ésta, y los profesores que necesitan también tomarse este como un proyecto que involucre mejorar la educación de la pedagogía en Chile, las prácticas docentes y en muchos casos, la mentalidad del profesorado respecto a cómo abordar este tema.

El abogado Fernando Atria en su libro “Mercado y ciudadanía en la Educación” sostiene que la elite chilena profita de este sistema educacional porque le permite prolongar sus privilegios. Su argumento es que no les importa mucho si la educación es buena o mala sino que es desigual. Mirado así, una reforma educacional a fondo no le gustaría mucho a algunos sectores.

-Yo discrepo de esa lectura y sería interesante saber la definición de elite en este contexto para el autor. La elite que por ejemplo hace empresas se vería muy beneficiada por contar con trabajadores más preparados con conocimiento de idioma y capacidad analítica que en el futuro puedan desarrollar empresas que ayuden en las cadenas productivas y en el outsourcing de temas de sus emprendimientos. No es sorpresa -para cualquier persona que le haya tocado contratar- lo tremendamente dificil que es dar con profesionales calificados que redacten bien, que tengan capacidad analítica y liderazgo. Este es un país muy competitivo. En suma, hay mucho pero mucho espacio que se puede ocupar en esta sociedad con una mejor educación de todos y aquí todos ganan.
En donde sí coincido con el autor es en el tema de la discriminación y el poder de las redes en Chile, que efectivamente hacen que en algunas áreas muchas veces accedan no los mejores sino los más apitutados pero cada día más si ese “apitutado” no tiene dedos para el piano será rápidamente reemplazado ¿Por quién? Por alguien que
lo haga mejor, y ese nuevo empleado precisamente existirá si es que hay un mayor y mejor stock de chilenos capacitados esperando por una oportunidad laboral para demostrar lo que pueden hacer.


1 comentario:

Anónimo dijo...

al final la periodista no resistió la tentación de hacer una lectura basada en estereotipos. afortunadamente la entrevistada era mas inteligente y seria como para plegarse.